Directora de los talleres teatrales “Vivencias” dependientes de la Universidad Nacional de Salta.
Hilda, comentale a los lectores de que tratan los talleres “Vivencias”
Como bien vos dijiste el taller “vivencias” depende de la secretaria de extensión universitaria de la UNSa y desarrolla sus actividades en el centro cultural Olver Martinez Borelli en Alvarado 551. Las clases se dictan los días lunes de cinco a siete de la tarde para principiantes y miércoles en el mismo horario para avanzados. Creo que todos los asistentes pueden encontrar allí, como yo misma lo he hecho, un espacio y un arte que más que nada nos ayuda en el la vida. Sentirse realizado en lo que uno soñó alguna vez.
Primeramente se inicia para adultos mayores con la asistencia técnica del Instituto Nacional de Teatro, luego pasa a ser un taller autofinanciado.
Los cierres de trabajo se hacen en el teatro de La Fundación Salta cada fin de año. El de dos mil siete fue el primero en el que los alumnos trabajaron drama en la obra “Ojo por Ojo” de Javier Iriarte. Otra presentacion fue “La Adolfina”, versión libre que escribí sobre el texto de Julias de Villalba. En una tercera propuesta, “Cosa Alocada” de Adela Bach, trabajaron tanto actores de amplia experiencia en el taller como así también principiantes. En “El Arbol de la Buena Onda” la idea central fue partir de una serie de oraciones para plasmar de forma escrita las diferentes proposiciones de los artistas. En “Una Foto” de Eduardo Rouner, junto a la presentación de la obra festejamos los cinco años del taller.
Y ¿es más difícil hacer comedias o dramas?
Yo creo que ambas interpretaciones deben ser trabajadas sin importar el género. El arte implica trabajo. En el caso de los adultos mayores, y hablo por mi, me cuesta; a mi edad el tratar de memorizar un parlamento no es cosa sencilla. Pero todos tienen sus dificultades, es cuestión de disciplina y perseverancia, en eso admiro a mis actores.
Al iniciar la entrevista hablaste de “cumplir sueños”, de hecho vos empezaste a trabajar en teatro a los cincuenta años. ¿Fue una materia pendiente, algo que tenias que hacer en tu vida?
Paso de esta manera, yo iba a los talleres que se dictaban en la asociación de jubilados. Una tarde salgo de la clase de yoga a la que hacía ocho años asistía y veo el letrero de “teatro”, me acerco a la puerta, toco y me atiende Oscar Montenegro (Gran Dramaturgo Infanto Juvenil ya fallecido), entonces le pregunto… puedo asistir a la clase de teatro al terminar la de yoga? Y me responde… No señora, tiene que elegir, porque a teatro no se llega tarde ni de yoga se sale temprano. Elegí teatro, desde hace quince años que trabajo aprendiendo todo el tiempo.
¿Cómo fue tu carrera? ¿Con quienes te capacitaste y trabajaste?
En cuanto a la actuación comencé con Oscar montenegro, seguí con Jorge Renoldi quien me formó durante más años y al mismo tiempo pude realizar viajes a Chile y al interior. Después pedí una beca del Instituto Nacional de Teatro y la primera la tome aquí en Salta con Claudio García Bes. La segunda la realicé en Tucumán junto al maestro Juan Antonio Tribulo.
Sin embargo me perfeccionaba en actuación y en algún punto descuidaba el conocimiento por lo que solicité una beca de estudio junto a un investigador del CONICET, Mauricio Tossi. Para esto mi propuesta fue hacer yo un bosquejo escénico y él la parte teórica, sin embargo necesitamos de la ayuda de un estudiante más, Facundo Vegancheta (catamarqueño). Mientras realizábamos el trabajo me animé a buscar al director de la obra, Carlos Delgado fue mi elegido. Todo el tramo de la beca, la realización de los monólogos, los trabajos de estudio, etc los hice junto a Carlos. La temática “Comedia y Mujer” fue el eje de la labor; finalmente el resultado “¿Comedia y Mujer?”, se montó de modo tal que al momento de ser presenciada la obra cada espectador sacara sus propias conclusiones. Allí encarno a la Profesora Paloma, la presentadora de cada una de las facetas de la mujer en la historia del teatro; como adicional sugiero poder cambiarme en escena para que la metamorfosis de los personajes sea vista por el público. En la parte concerniente al teatro regional, a modo de homenaje, encarno a “La Adolfina” de Julio Días Villalba también por ser ese el nombre de mi madre y en memoria de mis antepasados Calchaquíes.
Ya que hablamos de personajes y ser o no ser, vos sos Hilda Guzmán de Kubiak, empezaste a estudiar teatro a los cincuenta años pero antes, ¿cuál y cómo era tu vida?
Te cuento, yo era docente, pero antes esposa, madre, abuela, bisabuela, ama de casa, porque la mujer no puede dejar de ser todas estas otras mujeres en toda su vida. Me casé muy joven, hoy tengo sesenta y cinco años y mi mayor regalo son dos bisnietas que junto a mi marido, hijos, nueras y demás nietos al momento de juntarnos me dan la mayor de las dichas. Aparte soy la actriz y directora que trata de inculcar toda esta pasión a sus descendientes; les leo cuentos, les compro libros, pinceles y para que veas, hace poco, en el cumpleaños de mi marido mis nietos nos llaman y en el comedor habían preparado todo un espectáculo ensayado a modo de regalo.
¿Qué tenés preparado de ahora en más?
Yo el anteaño pasado tuve en cartel “Vida Bis”, una obra con mucho éxito, y mucha gente me pregunta si vuelve. Sin ir más lejos ayer mismo otro periodista me cuestionó lo mismo por lo que después de comentarlo con Carlos Delgado veremos de hablar con las actrices que se encuentran en Tucumán y de viaje y quien sabe, por ahí dentro de un tiempo volvemos con “Vida Bis”. El cierre de este año del taller también está en programación y “¿Comedia y Mujer?” que en la medida de lo posible seguiré presentando.
Una pregunta que no podíamos dejar de hacerte ¿Qué pensás de la ficción en Salta?
El teatro en Salta creció muchísimo cuando empezaron las fiestas Provinciales y Nacionales, eso ayudo bastante. Lo que si remarco es un prejuicio en el salteño, no le importa pagar un alto precio por obras venidas de Buenos Aires y le molesta pagar quince o veinte pesos por obras de grupos locales, no lo valoran.
Trabajé en televisión, en comerciales, en cine junto a Fernando Saravia Toledo y otras producciones varias, pero sin embargo mi pasión es el teatro, es mi amor y si bien tuve oportunidad de viajar no tengo ansias de llegar a Buenos Aires como meca de mi trabajo. Lo último y como mensaje para quienes lo están pensando, no importa la edad que uno tenga, siempre se está a tiempo.
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