DESTACADOS: MIRIAM REBECA DÍAZ

TEATRO SALTEÑO

Sin duda hay una gran iniciativa por traer obras del teatro nacional e internacional. La provincia ha invertido mucho en auspiciar distintas propuestas y, con la inauguración del Teatro Provincial de Salta pareciera que este es un año muy importante para la expresión más antigua de la historia humana.

MIRIAM REBECA DÍAZ

Miriam es profesora de Psicología en la Universidad Católica de Salta y profesora de teatro. Actualmente esta dictando un curso en el Ático de Galerías el Palacio. Ella nos comentará, desde su punto de vista, acerca de la situación actual del teatro salteño.

1. ¿Mejoró el teatro como aparenta?

Miriam Rebeca Díaz:

No es tan así, fijate que el teatro Alberdi ahora es una tienda de ropas y este era el último espacio público que nos quedaba. Lo serio es que por ahí hay grupos independientes que se presentan en cocheras y también fueron cerrados; los únicos espacios que hay son los espacios oficiales y alguna iniciativa privada como el teatro del Huerto y la Fundación Güemes, que es el teatro que nos queda a los grupos independientes, porque ahí podemos trabajar a un porcentaje razonable y si estamos inscriptos en INT (Instituto Nacional de Teatro) podemos ir a un porcentaje. A las otras salas hay que alquilarlas y son precios imposibles.
Si hay una inversión en traer espectáculos de otros lugares que pueden ser más o menos buenos, ninguno de nosotros cuestiona eso, pero si hay una demanda de los actores locales por un lugar, la gente no tiene un espacio; por ejemplo los que estamos dando talleres en este momento en forma privada los estamos dando en lugares que alquilamos por lo tanto los chicos nos pagan una cuota para que nosotros podamos alquilar ese lugar, lo hacemos más por trabajar en esto que por signifique un medio de vida específicamente. Después los talleres que da la Secretaría de Cultura que los da dentro de su espacio con gente que trabaja ahí en “Cultura” que imagino reciben un sueldo; pero no es que esta Secretaría de Cultura se preocupe por generar espacios para los artistas locales. El artista local puede ir y alquilar la sala como también puede hacerlo cualquier persona de país, ahora no podemos competir con las producciones de Buenos Aires.
En cuanto a mi trabajo, yo empecé a hacer teatro hace más de veintitrés años y empecé en un taller, en donde dictaba José Luís Valenzuela, un maestro que se fue ya hace un tiempo, y de ahí no deje nunca más. Tengo un grupo desde hace diez años generado por mi y ahora doy estos talleres con el objetivo de que aparezcan nuevas generaciones y que hagan algo mucho más innovador y que realmente despabile.

2. ¿Cuando empezó el curso?

Miriam Rebeca Díaz:

Lo empezamos en Marzo, es un curso de cuatro meses en donde hacemos trabajos de laboratorio para generar experiencias creativas. No estamos muy preocupados en montar una obra sino que la gente pueda encontrar herramientas para construir imágenes o momentos propios de la creación y no de la repetición. No estamos preocupados en una obra porque justamente la obra es como que te paraliza, vos tenés un texto y empezás a hacer como un prototipo para hacer dramaturgia con vestuario que es falta, ellos van a aprender una serie de ejercicios que son de laboratorio porque nos encerramos en un lugar a experimentar confiando en nuestra capacidad física y mental; y experimentamos dispuestos a una metamorfosis. Hacemos ese pacto entre las personas que hacen el taller, es por eso que debe ser de un cupo limitado porque no es algo que se pueda trabajar con más de quince personas por ejemplo. A partir de allí van a poder transformar su cuerpo, su voz y van a poder crear cosas que no imaginaban que se podía, son técnicas muy precisas.

3. ¿Y estas personas como respondieron a esta propuesta diferente?

Miriam Rebeca Díaz:

Tengo alumnos que van desde los catorce, no estaba previsto pero se trata de alguien que esta muy bien, hasta los treinta y siete. De esas personas, tres son del ambiente y las otras nada que ver, y están todos muy enganchados y arrojando productos que son alucinantes. La técnica lo que te da es una posibilidad de liberación; de pronto tenés otra voz, y otro físico, podes crear otra imagen, es alucinatorio y ese es el teatro que a mi me interesa. Mi idea es que esto les sirva para distintas cosas, no solo para el teatro.
Nosotros vamos a hacer una muestra que viene a legitimar este trabajo, la muestra de un proceso. No se cuando será, porque al iniciar el curso no pienso en los tiempos; permanentemente habitamos el caos, y allí aparece esa calidad artística. Para mi un teatro con reglas no es teatro.

4. ¿hiciste otro tipo de talleres o es el primero que brindas?

Miriam Rebeca Díaz:

Acá en salta si es el primero. En realidad yo empecé a recorrer este camino con directores de aquí, luego me contacte con gente de Buenos Aires y me trasladé para seguir aprendiendo y, lo cierto es que lo más suculento lo viví con los grupos de allá. Y he trabajado un tiempo allá porque aquí era mucho más difícil.

5. ¿Cuáles te parecen los obstáculos más grandes para los pequeños grupos teatrales?

Miriam Rebeca Díaz:

En realidad la ciudad de Salta, como la mayoría de las provincias del interior, no acompaña el proceso teatral porque su cultura no se lo permite. Digamos, ¿por qué el teatro alternativo funciona en las grandes capitales? Porque se desarrolla una cultura alternativa de distintas cosas que lo facilita. Aquí esa opción no existe. Sí encontramos personas que solitariamente hace cosas, pero no tiene una fuerza para acompañar eso. Entonces acá funciona bien otro tipo de trabajo, cierto público puede acompañar la orquesta, el ballet, no es una cosa grande, los grupos pequeños trabajan en el aislamiento. Y además, cómo se supone que gente que hace un trabajo casi artesanal, yo por lo menos lo hago, me gusta hacerlo y no trabajaría para la provincia en caso de que se diera, logre pagar un alquiler de sala que cuesta casi mil pesos la noche, es imposible. Ahora, esto en algún punto nos favorece porque los grupos que han generado movimientos artísticos fueron los que estuvieron excluidos del sistema, aprovecharon esa exclusión y mostraron su trabajo con el fin de hacer historia; no buscaron la fama, el éxito o entrar en ese circuito. Es decir, también es una voluntad de estar al margen, porque así sos libre de abordar las temáticas que quieras y no las que te digan.

6. De estos pequeños grupos, los que llegan a hacer presentaciones en Casa de la Cultura, teatro del Huerto o en el Teatro de la Fundación, ¿te parece que siguen algún tipo de lineamiento en cuanto a las temáticas?

Miriam Rebeca Díaz:

Lo que se ve frecuentemente son elencos, es decir gente que se reúne bajo la supervisión de algún director y trabajan para una obra. Después de una cantidad de presentaciones generalmente el grupo se dispersa; se hace lo que se llama teatro de texto. Nosotros trabajamos con otro método que es un método de laboratorio físico, trabajamos a partir del cuerpo y de ahí van a salir los textos como un elemento más de todos los que componen el teatro. Es un trabajo que de elaboración permanente. Si a mi me dan un texto para ponerlo en escena no me queda mucho margen para trabajar, solo seleccionar actores, vestuario y nada más.
Ahora, respecto del tema es más personal indagar sobre qué quiere hablar uno. Mi última obra, por ejemplo, trató del suicidio y todos me decían, cómo vas a tocar un tema tan denso… y lo cierto es que acá se mataron más de ochenta pibes en un año. Yo la escribí por eso, tengo que hablar de lo que ocurrió, fue mi necesidad. En Buenos Aires lo pusimos y hubo una respuesta enorme, sobre todo de los jóvenes.
En Salta me encanta que la gente haga teatro, más allá que no compartamos las mis ideas o ideales. En general pasamos todos por lo mismo.

7. Vos como dramaturga, al momento de escribir, pensás en las posibles repercusiones, o el aporte a la sociedad…

Miriam Rebeca Díaz:

No, para mi todo esta sujeto a la experimentación; puede ser que yo esté seis meses dando vueltas con algo y que después ya no quiera hacerlo más. Es decir, no tengo ningún temor de perderlo todo. Vivo experimentando desde mi experiencia diaria. El otro día, a las dos de la mañana, a mi vecino que es músico se le ocurrió ensayar con sus amigos, y en el hall había un lío porque iban a llamar a la policía. Entonces, antes de sumarme a los denunciantes agarré unas imágenes que tenía y las trabajé siguiendo la entrada de tal o cual instrumento. Ese caminar irregular me arrojó el dato de un personaje que estoy construyendo y no sé si va a quedar, pero en ese momento me sirvió mucho más que sumarme al los que se quejaban por el ruido.
La situación con el arte en las provincias es extrema si no estas con el oficialismo, sin embargo se vive, se crea. No quiero decir que los que están en la sinfónica o en el ballet provincial no sean profesionales, sino que somos otro grupo de gente los que vivenciamos al arte desde nuestra óptica.

8. Nos comentaste que si tuvieras la oportunidad de trabajar para el Estado no lo harías, entonces, ¿tenés alguna preferencia en cuanto a ideología política?

Miriam Rebeca Díaz:

La política tiene un modo de trabajar en el que el arte molesta, sobre todo el arte del teatro, porque nace desde que la política existe. Hagas la obra que hagas siempre será critico de los modelos oficiales. Hay obras que son pasatistas pero son las de índole comercial; ahora, el teatro artístico siempre habla de las cosas que no funcionan, de los pobres, etc. Si creo que una política inteligente es aquella que les da a todos un lugar, porque de esa manera alojaría a todos a su favor, pero el lugar que se les puede dar a los actores independientes es pequeño, porque además ellos no tienen la aspiración de los grandes grupos teatral. Entonces, si en algún momento algún conjunto under conquistó un lugar, el Estado lo cierra o dificulta que siga existiendo. Mucho menos tenés la posibilidad de alquilar una sala privada porque no se dispone del aparato publicitario que lo facilite; mucha gente no llega a enterarse de las presentaciones y si lo hace no tiene la posibilidad de asistir en una cuarta o séptima función porque no existe la continuidad. Como mucho tenés la libertad de pegar afiches.

9. También dispones de dos espacios virtuales, ¿Qué podemos hallar en tus blogs?

Miriam Rebeca Díaz:

El blogs de “Odisea en el Valle”, nace como una especie de bitácora en la que cuento mis experiencias respecto al teatro. No hice nada para difundirlo y esta colgado a la Web para que lo encuentre quien busca cualquier cosa. Otro blog que ya tiene mucho más tiempo, es uno donde trabajo cierta idea de literatura erótica, muy metaforizada. Allí coloco imágenes de pintores o fotógrafos que me interesan que se difundan; a este espacio si lo trabajé para contactarme con escritores. Recordemos que el blog tiene esa posibilidad, la de contactarte con gente con tus mismas inquietudes artísticas para concretar algún trabajo. De hecho tuve la posibilidad de encontrarme con un músico de San Sebastián (España) que nos hizo la banda sonora de la ultima obra nuestra; nosotros filmábamos, le mandábamos el material y el elaboró la música.
Con esto podes concluir en lo llenos que están los participes de estos espacios porque publican sus trabajos con intención de que sean vistos pero sin esperar demasiado de ello. Lo hacen como quien tira una botella al mar y es verdaderamente bello.