Esta joven actriz de teatro está presentando Anahí una obra escrita por Mario Cura.
Que significa ser una joven actriz de teatro
Primero que nada quiero hacer una aclaración: yo no me considero actriz por una razón muy simple, el título de actriz te lo tenés que ganar, por tener unas cuantas obras no sos actriz o actor, tenés que tener toda una trayectoria, desde cursos, estudiar, hacer más obras, etc. hay que ganarse el título. Mi directora se queja mucho de que diga esto (risas)
¿Hace cuanto que estas haciendo teatro?
De los 16 años que estudio teatro, antes de eso hice danzas clásicas, contemporáneas, murga, etc. Hace cuatro años que vivo acá en Salta, cuando vivía en Catamarca hice teatro comunitario con el grupo “Índice de ilusos” e interpretábamos una obra colectiva con gente discapacitada que realmente nos sorprendían a la hora de improvisar porque nos salían con cosas maravillosas.
Ingresé al teatro muy casualmente y me divierte muchísimo. También me sirvió mucho como persona porque era muy tímida, y aun lo sigo siendo (risas). En muchos lugares los psicólogos te lo recomiendan porque abre tu mente, es muy saludable para interaccionarse con otras personas, como cualquier rama del arte.
Estas interpretando a Anahí en la obra homónima ¿Cómo es el personaje?
En la obra somos dos básicamente, Anahí y su padre (Mario Cura). Ella es una chica adolescente de 16 años que se encuentra con su padre en un sótano y busca comunicarse con él. La obra es acerca de la falta de comunicación de un padre con un hijo.
Siguiendo la temática ¿En dónde han presentado la obra?
El público al cual se dirige la obra es para los padres y, especialmente, los adolescentes. Esta obra la venimos haciendo desde el año pasado y no la hemos presentado al público general como lo vamos a hacer ahora, pero si en el teatro del Colegio San Alfonso, por ejemplo, y otros. Muchos de los colegios en donde nos hemos presentado nos pidieron que la volvamos a presentar para que lo vean los padres.
La experiencia fue increíble, porque lo que recibimos de los chicos es impresionante. Me pasó que se me acercaron cámaras de celular y me seguían para todos lados mientras yo me estaba pintando, me seguían al baño, de todo.
Siempre al terminar la función se busca hacer un debate para que los chicos reflexionen sobre el tema, y que no toda la culpa es de los padres ni toda la culpa es de los hijos. Fomentar la búsqueda del diálogo y encontrar el mejor canal. Se de padres que saben por sus hijos sólo por sus metroflog y nada mas, esta situación no solo es con los padres y los hijos sino que es una situación común para todos, y si no sabes canalizar lo que piensas con el diálogo puede que lo manifieste luego por otro lado y de forma perjudicial.
Lo que tiene de bueno la obra es que pasa de lo divertido a lo dramático, hasta llorar quizás, y el recibir directamente las sensaciones que provocamos en el público es maravilloso, es algo recíproco, y surgen espontáneamente nuevas cosas. Particularmente a mi me encanta, es la primera vez que hago este tipo de obras porque yo vengo de otra rama totalmente diferente pero si sigo aquí es porque algo tengo (risas).
¿Cuánto tiempo te llevó preparar el personaje?
En total hemos estado casi medio año, y como yo no soy del grupo “El Altillo” soy contratada por ellos, hice un casting, trabajamos improvisación y después me dieron el texto. Admito que me costó un poco porque Anahí habla hasta por los codos (risas)
¿Qué género te gusta más, el drama o la comedia?
Me gusta mucho la comedia, no me refiero a hacer chistes, no me considero comediante (risas). Pero me encantaría hacer, por ejemplo, infantiles, porque los niños parecen el público más fácil pero es el más difícil de todos, sería un desafío muy grande y me encantaría. Hice comedia, teatro comunitario que también es difícil porque lo haces en un ámbito donde el público no está acostumbrado a ver teatro, y ahora con drama que me encantaría hacer alguna vez Shakespeare que no es fácil memorizar el texto e interpretarlo porque no podes hacer que los demás lo crean y lo sientan si no lo crees y lo sentís vos.
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