CESAR SAAVEDRA

Es uno de los integrantes del grupo “Vivencias” dirigido por Hilda Guzmán de Kubiak que estuvo presentando la obra “Alegrías… y algo más”

Contános sobre tu vida y el teatro

Bueno yo hace años que me jubile, soy de profesión ingeniero, y desde hace catorce años me dedico al teatro y a la danza, a bailar folclore y tango. Pero hago más teatro porque me resulta más difícil y me evoco más a ello, un poco me alejé del tango, del folclore no, estoy bailando permanentemente.

¿Como conociste a Hilda Guzmán de Kubiak?

La conocí porque fuimos los dos simultáneamente a un grupo de teatro en la asociación de jubilados de la provincia, entonces los dos ingresamos como alumnos de la profesora Delia Vargas. Pero Hilda se dedicó a aprender un poco más para la enseñanza en cambio yo no, como me dedico a la danza también no tengo tiempo, por eso ahora es profesora nuestra por más que hayamos pertenecido al mismo grupo.

¿Ya habías hecho teatro antes de jubilarte?

No, tenía la vocación de bailar y de hacer teatro, siempre en la primaria para hacer una cosa era a mí a quien elegían, pero me dedique al estudio secundario y universitario, y cuando ya era profesional cómo iba a estar en las tablas, haciendo esas cosas y no dedicándome a mi profesión, eso es una cosa que se miraba mucho antes. Ahora no, yo tengo compañeros que son médicos, ingenieros, y lo hacen muy bien, pero yo tuve que dedicarme a esto después de jubilado porque era difícil.

¿Que te atrajo de la obra “Alegrías… y algo más”?

Normalmente yo no elijo las obras, no elijo el rol, usualmente es la directora quien elige. Antes de esta obra yo hacia un monologo que se llama “El adiós”, y era medio fuerte (ríe) y le pregunté a Hilda si yo estaba capacitado para hacerlo y ella dijo que si. Entonces lo estudie y lo ensayé, es un monólogo sobre la despedida de un hijo de una madre que se iba, y me toco casi en carne propia, a la obra la estrenamos en noviembre del año pasado y unos días después se va mi verdadera madre, así que me toco mucho, fue una obra difícil pero linda.
Durante mis catorce años de teatro hice muchas obras muy lindas, entre ellas el “Amasijo” en la que soy ternado como actor revelación en el año ’97, y en otra en la que podía haberme ganado el premio Phersu, fue el “Acompañamiento” la que el jurado no fue a ver y todos decían que nosotros éramos los ganadores. Pero yo no lo hago por el dinero ni por el premio, lo hago porque es una terapia para mí. Dentro de “Alegrías… y algo más” yo hago “Una foto” con Margarita (Algañaraz), la venimos trayendo desde el año pasado porque creo que la vamos a concursar este año pero también estoy haciendo dos obras más, una se llama “Ha florecido una dalia” y la otra “La tía miseria”, que creo que la vamos a poner a consideración en noviembre.

Sos el único varón ¿Cómo te llevas con los otros miembros del grupo?

Bien, bien, soy el mimado del grupo (ríe), hay otro chico joven pero que no está yendo por cuestiones laborales, así que soy el único y todas quieren trabajar conmigo para que haya una diversidad de género. Pero es Hilda la que nos selecciona y nos dice a donde vamos a ir.

Entre comedia y drama ¿Qué preferís?

A mi me gusta todo lo que es risueño, porque yo a mi edad no debo hacer cosas tristes. Nosotros, yo sobre todo, pretendemos que la gente se ría y se divierta, porque para eso quiero que vaya la gente al teatro, para divertirse y no a recordar algunas tristezas. A mi me gusta reír, la risa para mi es fundamental.